Es un tema muy delicado, sobre todo porque tiene que ver con el concepto que tenemos de Él.
Hay creencias que en lugar de hacernos libres, nos restringen y nos limitan. Esas creencias pueden ser religiosas, también pueden ser heredadas o impuestas a nivel educativo o incluso pueden estar sujetas a modas o corrientes por medio de la sociedad.
Todo tiene que ver con la imagen, con el concepto que tenemos de Dios. Pregúntate ahora, cuál es el concepto que tienes de Dios. ¿Piensas que es un ser que te perdona o no te perdona, que te castiga o te manda enfermedades o desgracias como prueba de tu fe? Entonces tienes una imagen distorsionada de Dios. Incluso, con ese concepto, te puedes enfermar. Así de simple. Piensa. Dios no es un personaje que asigna a uno, que va a nacer en un seno de una familia próspera llevando una vida holgada y super cómoda, y a otro le asigna que nazca y viva en la miseria sin que tenga la mínima oportunidad de salir de allí. O que estés viviendo en el seno de tu familia todo feliz y de pronto viene un cataclismo y arrasa con todo. Ese concepto de Dios es absolutamente erróneo.
¿No dice la Biblia que Dios es todo Amor? ¿Dónde está el Amor, cuando supuestamente nos quita un hijo en un accidente de auto, o cuando la esposa se muere de cancer dejando tal vez tres hijos pequeños? ¿Y dónde está el Amor cuando la gente se muere del Sida o de una sobredosis, o cuando una catástrofe natural se lleva miles de vidas? ¿Eso es Amor?
Por favor, no se engañen a sí mismos. En la Biblia dice, que Dios nos ha hecho a imagen y semejanza suya, y lo que las religiones nos ofrecen es una personaje hecho a imagen y semejanza nuestra: arbitrario, caprichoso e injusto, incluso más cruel y miserable que muchos humanos. Con Dios eso poco tiene que ver.
La Biblia dice que somos Hijos de Dios. Eso implica que Él es nuestro padre. Y un padre jamás mata a sus hijos, ni con accidentes, ni con enfermedades, ni con cataclismos. Ni les manda desgracias ni miserias para que aprendan. Ni el padre más cruel y enfermizo lo haría, y menos un padre del quien se dice que es todo Amor.
¿Ven qué distorsionado tenemos el tema de Dios? Además, si un caballo tiene un hijo, no es ningún conejo y ninguna vaca. Es un caballo. Y si nosotros somos hijos de Dios, necesariamente tenemos que ser divinos. No hay otra.
Dios nos ha hecho a imagen y semejanza suya, y si queremos saber qué es Dios, tenemos que primero saber lo que somos nosotros.
Nuestro cuerpo parece sólido, pero en realidad no lo es. Si pones la mano debajo de un microscopio de gran aumento, - y eso es ciencia -, ves que las ínfimas partículas son energía vibratoria. Todo está hecho de la misma esencia, ya sea tu mano, una plancha de metal, la llanta de tu auto, el teléfono o el mar. Todo es la misma energía que opera en un campo de energía, que a su vez opera dentro de otro mayor.
O sea, que puedo deducir por razonamiento simple, que Dios, la Fuente Creadora, el ESPIRITU "mayúscula", tiene que ser energía. Igualmente, si preguntas a un físico cuántico sobre lo qué es energía, te va a decir, que energía ni se crea ni se destruye, siempre ha existido y seguirá existiendo, adopta una forma, la mantiene y la disuelve. Lo mismo que te diría un sacerdote si le preguntases por Dios. Que es el alfa y el omega, sin límites...
Ahora, nosotros somos una de esas formas. Somos Dios en cuerpo humano. Somos Dios en acción. Somos encarnaciones del Amor.
Mirándolo desde otro ángulo: Dios nunca puede ser parte de nosotros, como se dice comúnmente en la religión, sino nosotros somos parte de Dios.
Y eso nos coloca en un lugar completamente diferente. No somos pecadores miserables, que tenemos que arrastrarnos ante Dios y sus supuestos representantes en la Tierra. NOSOTROS somos Dios. Pero eso no nos cuenta la Iglesia. ¿Por qué? Porque si sabemos que somos Dios, cuando nos identificamos con Él, ya no somos manipulables.
No somos la Totalidad, pero somos una parte de la Totalidad. Nuestra sustancia es idéntica. Es como el mar y la gota de agua. En el mar, si sacas una gota con la pipeta y la analizas debajo del microscopio, puedes ver que la consistencia es absolutamente idéntica. Por eso nosotros todos somos también omnipotentes, omniscientes y omnipresentes. Nosotros somos todo eso.
Y si hay videntes, sencillamente tienen acceso a esa omnisciencia nuestra.
No somos pecadores, como nos quieren hacer creer las iglesias. SOMOS DIOS. Somos seres multidimensionales, seres poderosos, seres sin límites. Y como tal formamos nuestra propia realidad. Y formamos la realidad del Planeta. Nosotros somos la causa de que tengan venir los cataclismos, para despertarnos a nosotros mismos, para concientizarnos que estamos haciendo algo mal. Y también nosotros tenemos influencia sobre lo que va a pasar en el 2012. No hay Dios que lo mande, no hay Dios que nos castigue con eso, somos nosotros mismos.
Debemos estar atentos y preparados para estar conscientes de ello. De nuestra propia divinidad también, de aquello que llevamos en nuestro Interior. Dios siempre actúa a través de..., nunca actúa directamente. Y nosotros, aquí en la Tierra llegamos a ser sus manos, los realizadores de la obra. Cuanto más conscientes somos, tanto más hay de Dios en nuestros actos que cuando una inconsciencia nos ensombrece.
¿No dice la Biblia que Dios es todo Amor? ¿Dónde está el Amor, cuando supuestamente nos quita un hijo en un accidente de auto, o cuando la esposa se muere de cancer dejando tal vez tres hijos pequeños? ¿Y dónde está el Amor cuando la gente se muere del Sida o de una sobredosis, o cuando una catástrofe natural se lleva miles de vidas? ¿Eso es Amor?
Por favor, no se engañen a sí mismos. En la Biblia dice, que Dios nos ha hecho a imagen y semejanza suya, y lo que las religiones nos ofrecen es una personaje hecho a imagen y semejanza nuestra: arbitrario, caprichoso e injusto, incluso más cruel y miserable que muchos humanos. Con Dios eso poco tiene que ver.
La Biblia dice que somos Hijos de Dios. Eso implica que Él es nuestro padre. Y un padre jamás mata a sus hijos, ni con accidentes, ni con enfermedades, ni con cataclismos. Ni les manda desgracias ni miserias para que aprendan. Ni el padre más cruel y enfermizo lo haría, y menos un padre del quien se dice que es todo Amor.
¿Ven qué distorsionado tenemos el tema de Dios? Además, si un caballo tiene un hijo, no es ningún conejo y ninguna vaca. Es un caballo. Y si nosotros somos hijos de Dios, necesariamente tenemos que ser divinos. No hay otra.
Dios nos ha hecho a imagen y semejanza suya, y si queremos saber qué es Dios, tenemos que primero saber lo que somos nosotros.
Nuestro cuerpo parece sólido, pero en realidad no lo es. Si pones la mano debajo de un microscopio de gran aumento, - y eso es ciencia -, ves que las ínfimas partículas son energía vibratoria. Todo está hecho de la misma esencia, ya sea tu mano, una plancha de metal, la llanta de tu auto, el teléfono o el mar. Todo es la misma energía que opera en un campo de energía, que a su vez opera dentro de otro mayor.
O sea, que puedo deducir por razonamiento simple, que Dios, la Fuente Creadora, el ESPIRITU "mayúscula", tiene que ser energía. Igualmente, si preguntas a un físico cuántico sobre lo qué es energía, te va a decir, que energía ni se crea ni se destruye, siempre ha existido y seguirá existiendo, adopta una forma, la mantiene y la disuelve. Lo mismo que te diría un sacerdote si le preguntases por Dios. Que es el alfa y el omega, sin límites...
Ahora, nosotros somos una de esas formas. Somos Dios en cuerpo humano. Somos Dios en acción. Somos encarnaciones del Amor.
Mirándolo desde otro ángulo: Dios nunca puede ser parte de nosotros, como se dice comúnmente en la religión, sino nosotros somos parte de Dios.
Y eso nos coloca en un lugar completamente diferente. No somos pecadores miserables, que tenemos que arrastrarnos ante Dios y sus supuestos representantes en la Tierra. NOSOTROS somos Dios. Pero eso no nos cuenta la Iglesia. ¿Por qué? Porque si sabemos que somos Dios, cuando nos identificamos con Él, ya no somos manipulables.
No somos la Totalidad, pero somos una parte de la Totalidad. Nuestra sustancia es idéntica. Es como el mar y la gota de agua. En el mar, si sacas una gota con la pipeta y la analizas debajo del microscopio, puedes ver que la consistencia es absolutamente idéntica. Por eso nosotros todos somos también omnipotentes, omniscientes y omnipresentes. Nosotros somos todo eso.
Y si hay videntes, sencillamente tienen acceso a esa omnisciencia nuestra.
No somos pecadores, como nos quieren hacer creer las iglesias. SOMOS DIOS. Somos seres multidimensionales, seres poderosos, seres sin límites. Y como tal formamos nuestra propia realidad. Y formamos la realidad del Planeta. Nosotros somos la causa de que tengan venir los cataclismos, para despertarnos a nosotros mismos, para concientizarnos que estamos haciendo algo mal. Y también nosotros tenemos influencia sobre lo que va a pasar en el 2012. No hay Dios que lo mande, no hay Dios que nos castigue con eso, somos nosotros mismos.
Debemos estar atentos y preparados para estar conscientes de ello. De nuestra propia divinidad también, de aquello que llevamos en nuestro Interior. Dios siempre actúa a través de..., nunca actúa directamente. Y nosotros, aquí en la Tierra llegamos a ser sus manos, los realizadores de la obra. Cuanto más conscientes somos, tanto más hay de Dios en nuestros actos que cuando una inconsciencia nos ensombrece.
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