lunes, 25 de enero de 2010

Los Elohim

La palabra “Elohim” (plural, del hebreo “Eloah”, Dios), es uno de los nombres hebreos de Dios o de los Dioses. Se utiliza en le Antiguo Testamento cerca de 2.500 veces, con el significado de “Poderoso” o “Fuerte”. Elohim es un nombre que sólo existe en el plural, porque los Elohim son mitad masculino y mitad femenino, o sea que son seres andróginos.
Los 7 poderosos Elohim son sus complementos son los constructores de la forma. Por lo tanto, Elohim es el nombre de Dios usado en el primer verso de la biblia: “en el principio Dios creó el cielo y la tierra”.
Bajo los Elohim sirven directamente los 4 seres de los elementos, “las 4 Fuerzas Cósmicas”, que tienen dominio sobre los Elementales: los gnomos, los salamandras, las sílfides y las ondinas.
Los 7 poderosos Elohim son los 7 Espíritus de Dios, nombrados en el Apocalipsis y las “estrellas de la mañana” que cantaron juntas en el principio, cuando el Señor las reveló a su siervo Job.
Hay también 5 Elohim que rodean el núcleo de fuego blanco del Gran Sol Central.

En el orden de la jerarquía, los Elohim y los Seres Cósmicos mantienen la concentración más completa, la vibración de la luz más alta que podemos comprender en nuestro estado de evolución. Representan, con los 4 seres de la naturaleza, sus consortes, y los elementales constructores de la forma, el Poder de nuestro Padre como el Creador (el rayo azul).

Los Arcángeles y sus complementos divinos, los grandes serafines, querubines, y todos los huestes angelicales representan el amor de Dios en la intensidad ardiente del Espíritu Santo (el rayo rosa).

Los 7 Chohanes y los Maestros Ascendidos representan la sabiduría de la Ley del Logos bajo el cargo del Hijo (el rayo amarillo).

Esos tres reinos (Elohim, Arcángeles y los 7 Chohanes y los Maestros Ascendidos) forman una triada de manifestación trabajando en equilibrio para transmitir, reduciéndolas en intensidad, las energías de la Trinidad.

La entonación del sonido sagrado “Elohim” emite el enorme poder de su Autoconciencia Divina, reducido para que usemos tal bendición a través del Cristo Cósmico.

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