SHALOM es una palabra en hebreo que significa "paz" o "bienestar". Al igual que en español, puede referirse tanto a la paz entre dos partes, especialmente entre el hombre y Dios, entre dos países, entre dos contrarios, como también a una paz interior, calma o tranquilidad de un individuo.
Se utiliza también como fórmula de saludo, equivalente a "hola" o "adiós".
Las fuentes de la tradición hebrea indican, que SHALOM es también uno de los apodos secundarios de Dios, ya que la fuente original de todo SHALOM está en Dios.
La raíz lingüística de SHALOM se vincula con le-shalem, que significa "completar, retribuir, pagar, compensar". Por eso se puede decir, que no es solamente la ausencia de conflicto u hostilidad, sino que el SHALOM significa también un retorno al equilibrio, a la justicia y la igualdad integral.
El SHALOM se construye al equilibrar lo que está en desbalance, al promover la justicia y la íntegra equidad.
El veraz equilibrio redunda en un estado de SHALOM, o sea cuando actuemos absolutamente acorde a nuestra naturaleza divina, con paz física, mental y espiritual.
Las fuentes de la tradición hebrea indican, que SHALOM es también uno de los apodos secundarios de Dios, ya que la fuente original de todo SHALOM está en Dios.
La raíz lingüística de SHALOM se vincula con le-shalem, que significa "completar, retribuir, pagar, compensar". Por eso se puede decir, que no es solamente la ausencia de conflicto u hostilidad, sino que el SHALOM significa también un retorno al equilibrio, a la justicia y la igualdad integral.
El SHALOM se construye al equilibrar lo que está en desbalance, al promover la justicia y la íntegra equidad.
El veraz equilibrio redunda en un estado de SHALOM, o sea cuando actuemos absolutamente acorde a nuestra naturaleza divina, con paz física, mental y espiritual.
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