lunes, 4 de enero de 2010

Las profecias y los 144,000

El tema del 2012 seguirá llamando nuestra atención, sin duda aún escucharemos más sobre él. Los mayas vivían inmersos en ciclos. Si algo es cíclico significa que se repite, que volverá a pasar o que ya ha sucedido antes. Los Mayas anuncian un ciclo por venir; pero ¿cuáles fueron los ciclos anteriores? ¿Qué pasó antes?
Hubieron otras humanidades que tuvieron la oportunidad de poder ascender, una de ellas fue el pueblo atlante. Si bien es cierto que nuestra historia oficial no reconoce la existencia de la Atlántida. Para los historiadores todo no son más que mitos o leyendas. Los defensores de la Atlántida siempre citan los escritos de Platón sobre el tema; pero más allá de eso no existe un reconocimiento.
Investigadores que buscan ver un poco más allá establecen que las diversas culturas como la sumeria, la egipcia o la india parecen recibir un influjo o tener la influencia de una cultura madre, de la cual heredan muchos conocimientos, que no sería otra que la influencia de una guía u orientación atlante.
Miles de años atrás los atlantes tuvieron una oportunidad de llevar al planeta y a su civilización a un nivel superior de desarrollo en lo físico, lo mental y lo espiritual; pero esto no se pudo concretar desembocando todo en la destrucción. El hundimiento de la Atlántida a que se refiere Platón ocurrió supuestamente en un día y una noche.
Muchos investigadores del tema señalan que lel continente de la Atlántida se ubicaba en el océano atlántico, que recibiría precisamente ese nombre debido a la Atlántida.

La sociedad atlante tuvo mucho poder; pero esa fuerza carecía de una orientación espiritual que garantizara su permanencia. El error de no acompañar el desarrollo metal y tecnológico con un desarrollo espiritual rompe con el equilibrio que debe existir en un proceso de desarrollo integral, generando vibraciones densas e inarmónicas que devinieron en una catástrofe.

La élite espiritual atlante pudo sobrevivir, tomando la decisión de migrar en distintas direcciónes llevando consigo orientación y cultura a los pueblos que aún no habían alcanzado progresos significativos. Se construyen la Esfinge y también las pirámides, que nunca fueron levantadas para servir de tumbas a los reyes egipcios sino más bien como grandes condensadores de energía que restablecieran el equilibrio planetario. Posteriormente, cumplirían la función de centros del saber, templos del conocimiento donde los sacerdotes egipcios eran iniciados.
Algunos estudiosos sostienen que las galerías y cámaras internas de la gran pirámide contendrían en su misma estructura una profecía de los tiempos por venir.

Menos aún se sabe hoy sobre el ciclo anterior al atlante, cuando existía el continente de Mu, conocido también por el nombre de Lemuria. Otro pueblo que alcanzara un gran desarrollo y que también , y quizá más que ninguno, estuvo a punto de lograr el ascenso, el paso a otra escala de la evolución.

Existen otras profecías para estos tiempos, una de ellas, muy interesante es la profecía de los indios Hopi. Nos hablan de los 144,000 Danzantes del Sol, seres humanos que, en la noche oscura en la que nos encontramos, esperan la llegada del amanecer. Seres humanos que provistos de una vibración interna más elevada influyan en el colectivo humano permitiendo así el acceso de toda la humanidad a niveles distintos de existencia.

Como ejemplo de este efecto de un número pequeño de individuos afectando al resto del colectivo podemos citar el experimento realizado en parte del archipiélago japonés donde se controló a las poblaciones de monos de dichas islas. En determinado momento los experimentadores les dieren patatas dulces a un grupo de ellos dejándolas en la playa. A los monos les gustaban las patatas; pero les desagradaba la arena. Una pequeña mona resolvió el problema lavando las patatas en un arrollo cercano.
La pequeña monita le enseño esto a su madre y a sus compañeros de juegos. Ellos a su vez se lo enseñaron a sus madres y así sucesivamente. Al tiempo, los investigadores les daban patatas a los monos de las demás islas que aun no habían resuelto el inconveniente de la arena. Cuando cierto número de monos en la isla primera llegó a saber esta técnica, en muy corto tiempo y de forma espontánea los monos de las demás islas empezaron a hacerlo como si se les hubiera enseñado.
Cuando cierto número de nosotros alcancemos altos niveles de consciencia, muchos seres humanos empezaran a alcanzarlo de forma natural y casi mágica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario