En principio las regresiones son aplicables a todas las personas, independiente de sus creencias, su religión y de su edad. Se puede regresar tranquilamente niños de 7, 8 años, y también a gente muy mayor. Porque cuando las personas están digamos, un poco cerrados por sus creencias religiosas, entonces el terapeuta comunica que la información sale, - y eso es la pura verdad -, del subconsciente. El subconsciente es el sótano de todos nuestros conocimientos, y de allí surge todo lo vivido en otras épocas.
Ahora sí hay ciertas condiciones en las que una terapia de regresión no es aplicable.
Tenemos dos hemisferios cerebrales, el izquierdo y el derecho. En una regresión trabajamos exclusivamente sobre el hemisferio derecho. Si ese hemisferio derecho cerebral está dañado, no podemos trabajar con una regresión. Por ejemplo si el paciente sufre de Alzheimer o de un tumor en ese área, o las células en ese área están afectados físicamente por cualquier otro motivo, entonces no procede esa terapia.
Después hay pacientes que tienen daños mentales tan graves que no se pueden concentrar. Una regresión es trabajo mental.
Pero no por eso esas personas quedan excluidos, porque se puede trabajar a través de familiares o allegados. Tenemos acceso no solamente a las memorias ancestrales de nosotros mismos, sino de toda la especie. Entre familiares hay mucha afinidad. Y si tengo p.ej. un hijo que está enfermo mental, a mí también me afecta esa circunstancia a manera karmática. ¿Por qué tengo yo ese hijo? Entonces, sabiendo el por qué, sabiendo qué cosa tengo que aprender por medio de ese hijo, yo como madre puedo desprogramar esa programación de enfermedad mental. Y allí, en la regresión, también tengo acceso a toda la información que necesita el enfermo mismo para curarse.
Hay también personas esquizofrénicos. Muchos de esas personas no son auténticos esquizofrénicos, sino tienen una ocupación por algún ente. Ese ente puede ser un fallecido, puede ser un espíritu de la naturaleza, puede ser de cualquier índole. Esos temas se trabaja con el Arcángel Miguel y el paciente se queda liberado al instante.
O sea, en los casos de esquizofrenia siempre hay que mirar, si realmente se trata de una enfermedad mental, porque la mitad de las personas diagnosticadas como tal, y también de los así llamados bipolares, en realidad no lo son.
Dónde está difícil una regresión, es con pacientes en situaciones agudas de crisis o de miedo, porque sencillamente no se relajan. Yo tengo que inducir al paciente a una relajación profunda para activar el hemisferio derecho, para poder entrar en estado alfa.
Pacientes que se encuentran en estado agudo de confusión sencillamente no hacen caso al terapeuta. Cuando yo les indico que deben imaginarse un caballo negro y ellos se imaginan un girasol, así no puedo trabajar.
También pacientes en estado grave de depresión. Cuando toman Prozac u otros medicamentos muy fuertes, están anestesiados. No pueden trabajar con la mente. No tienen la lucidez necesaria, no están despiertos lo suficiente. Necesito el mental bien concentrado y despierto. Además a un paciente en estado grave de depresión no tiene ganas de nada. Le da todo igual.
Ahora, pacientes con falta grave de autoestima, son también un capítulo en sí. Están convencidos de que no lo van a lograr. A pesar de que no hay nada, que no podrían lograr. Es solamente un concepto que tienen, una creencia que nada les sale bien, y entonces una regresión tampoco les va a salir bien.
Pero una regresión es solamente hacer memoria. Si te pregunto: "Qué hiciste ayer a las 12 del mediodía?", tú me lo puedes decir sin problema. Igualmente cuando estás relajado, tú te acuerdas de todos los detalles de tu vida actual, y de camino también de todos los detalles de tus otras vidas.
Pacientes, ocupados por una entidad: Sí se les puede hacer una regresión, pero antes de poder ver las otras vidas, hay que desalojar el ente que ocupa. Esto es lo primero que hay que hacer en la regresión.
Ahora sí hay ciertas condiciones en las que una terapia de regresión no es aplicable.
Tenemos dos hemisferios cerebrales, el izquierdo y el derecho. En una regresión trabajamos exclusivamente sobre el hemisferio derecho. Si ese hemisferio derecho cerebral está dañado, no podemos trabajar con una regresión. Por ejemplo si el paciente sufre de Alzheimer o de un tumor en ese área, o las células en ese área están afectados físicamente por cualquier otro motivo, entonces no procede esa terapia.
Después hay pacientes que tienen daños mentales tan graves que no se pueden concentrar. Una regresión es trabajo mental.
Pero no por eso esas personas quedan excluidos, porque se puede trabajar a través de familiares o allegados. Tenemos acceso no solamente a las memorias ancestrales de nosotros mismos, sino de toda la especie. Entre familiares hay mucha afinidad. Y si tengo p.ej. un hijo que está enfermo mental, a mí también me afecta esa circunstancia a manera karmática. ¿Por qué tengo yo ese hijo? Entonces, sabiendo el por qué, sabiendo qué cosa tengo que aprender por medio de ese hijo, yo como madre puedo desprogramar esa programación de enfermedad mental. Y allí, en la regresión, también tengo acceso a toda la información que necesita el enfermo mismo para curarse.
Hay también personas esquizofrénicos. Muchos de esas personas no son auténticos esquizofrénicos, sino tienen una ocupación por algún ente. Ese ente puede ser un fallecido, puede ser un espíritu de la naturaleza, puede ser de cualquier índole. Esos temas se trabaja con el Arcángel Miguel y el paciente se queda liberado al instante.
O sea, en los casos de esquizofrenia siempre hay que mirar, si realmente se trata de una enfermedad mental, porque la mitad de las personas diagnosticadas como tal, y también de los así llamados bipolares, en realidad no lo son.
Dónde está difícil una regresión, es con pacientes en situaciones agudas de crisis o de miedo, porque sencillamente no se relajan. Yo tengo que inducir al paciente a una relajación profunda para activar el hemisferio derecho, para poder entrar en estado alfa.
Pacientes que se encuentran en estado agudo de confusión sencillamente no hacen caso al terapeuta. Cuando yo les indico que deben imaginarse un caballo negro y ellos se imaginan un girasol, así no puedo trabajar.
También pacientes en estado grave de depresión. Cuando toman Prozac u otros medicamentos muy fuertes, están anestesiados. No pueden trabajar con la mente. No tienen la lucidez necesaria, no están despiertos lo suficiente. Necesito el mental bien concentrado y despierto. Además a un paciente en estado grave de depresión no tiene ganas de nada. Le da todo igual.
Ahora, pacientes con falta grave de autoestima, son también un capítulo en sí. Están convencidos de que no lo van a lograr. A pesar de que no hay nada, que no podrían lograr. Es solamente un concepto que tienen, una creencia que nada les sale bien, y entonces una regresión tampoco les va a salir bien.
Pero una regresión es solamente hacer memoria. Si te pregunto: "Qué hiciste ayer a las 12 del mediodía?", tú me lo puedes decir sin problema. Igualmente cuando estás relajado, tú te acuerdas de todos los detalles de tu vida actual, y de camino también de todos los detalles de tus otras vidas.
Pacientes, ocupados por una entidad: Sí se les puede hacer una regresión, pero antes de poder ver las otras vidas, hay que desalojar el ente que ocupa. Esto es lo primero que hay que hacer en la regresión.
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