domingo, 27 de diciembre de 2009

Amor de pareja


Justamente en estas fechas, que disfrutamos en el seno de la familia, a veces las parejas se dan cuenta que están viviendo juntos, pero que sus corazones están muy distanciados, que ya no tienen nada que les una.

El psicólogo argentino Horacio Valsecia opina, que relaciones afectivas perfectas no existen. Sin embargo, las relaciones humanas, y más la de pareja, son herramientas muy valiosas y fuertes de nuestra evolución, o sea son para nuestro aprendizaje. Siempre vamos a compartir vivencias con personas que nos dan la posibilidad de aprender algo y crecer. Para eso entran en nuestra vida. De nosotros ahora depende si elegimos un maestro "cariñoso o violento".
Eso de "mala suerte en lo afectivo" es una inmensa mentira. Siempre se trata de una programación de nosotros mismos.

Si ya tienes pareja y las cosas van mal, recuerda: "¿Tiene sentido que esa persona esté en tu vida? ¿Hay algo que debes aprender por medio de ella y que no aprendiste aún?"

Para empezar distingue, si es amor, pues nos enseñaron a ponerle ese título a situaciones conflictivas y neuróticas causantes de dolor, frustración y resentimiento.

NADIE SUFRE POR AMOR

Es absolutamente imposible sufrir por amor. Se sufre por carencias y heridas emocionales anteriores. Y muchos creen que están viviendo el amor de su vida, porque se sacrifican y dejan de lado sus vidas. El amor, como dice Horacio Valsecia, es la vitamina F en nuestra vida, F por FELICIDAD. Es estimulo, es estar bien, entusiasta, progresar, potenciarse, ser creativo, vivir en paz contigo mismo y con el otro.
Decir que se sufre por amor es una contradicción total. No se sufre por ser feliz. Si estás en una relación y no te dan el amor que quieres, debes comenzar a buscar una solución, pero no en el otro, sino dentro de tí.

Tu pareja es tu propio reflejo
. Si tu consorte es una persona linda y exitosa, te encanta saber eso, porque con ello te das tú mismo más valor. Pero si te es infiel y fria, no te gusta la idea. Pues es cierto: tu pareja refleja un estado interno tuyo, que no manejas conscientemente.
Le echamos la culpa a la pareja y queremos que cambie. Nos aliviamos pensando que tiene más defectos que nosotros y tapamos el verdadero problema, que es un nivel bajo de autoestima, y no te das el amor que requieres tu mismo.
Lo bueno es saber que el poder y la solución están en tus manos: para tener pareja y ser feliz tienes que tú trabajar contigo mismo.

El reflejo no es literal. No queremos decir que tú haces lo mismo que tu pareja, sino que su inadecuado comportamiento de infidelidad, maltrato, indiferencia etc, reflejan algo que tu cuerpo emocional crea. Inconscientemente pensamos que merecemos lo inaceptable. Y por otro lado solamente pueden resonar en nuestro propio campo energético partículas que son afines a esas vibraciones que emite el otro. Si no las tengo, no me afectan las del otro. Pero desviamos la atención a lo "malo" que es el otro y mantenemos la neurosis.
A veces caemos en esas situaciones repitiendo con sus particularidades los modelos de papá y mamá o de nuestros conocidos.

Hay condiciones obligatorias para que haya pareja:
La primera es la química. Tiene que haber algo, una chispa, entre tú y el otro para que te atraiga.
La segunda es la compatibilidad. Debe haber como mínimo un 60% de elementos compatibles.
Y la tercera es el compromiso. Ambos han de decidir conscientemente compartir sus vidas para estar mejor.

Algunos dicen que si hay presión y uno está detrás del otro insistiendo, no hay pareja. Naturalmente esa es una señal muy clara. Recordemos que la relación de pareja es el amor de uno por el otro, no la absorción de uno por el otro. No te olvides: quién no está preparado para el compromiso puedes ser tú, y el otro es sólo tu reflejo. Para saber si estás preparado o no, fíjate en tu relación con la soledad. Recién cuando vives comfortablemente y feliz a solas, entonces estás preparado y maduro para compartir la vida con alguien. La felicidad no te da ningún otro, la felicidad está únicamente dentro de tí, independientemente si estás solo o acompañado.

La pareja que nos maltrata y humilla solamente nos está haciendo el favor de recordarnos que tenemos un montón de heridas internas o asuntos karmáticos pendientes. Busca como mejorarte, agradécele y déjale partir. El Ego nos hace creer que aguantamos por amor. Pero eso no es cierto.
Soportar, luchar, permitir lo insoportable y aguantar maltratos físicos o verbales NO es amor.

También ten cuidado con tratar a tu pareja como una criatura, porque entonces tu contraparte se va a comportar como un niño. Todo sobreprotección indica esa situación, y lo más seguro es que surja la infidelidad, pues a nadie le gusta hacer el amor con su madre o su padre.
Tampoco uses apodos infantiles como mamá, papi, mi bebé, nene, ñoño, florcita, etc... suenan lindos, pero perjudican. Prefiere Amor mío, mi cielo, cariño.... Trata a tu pareja como una persona adulta que es capaz de arreglárselas por sí mismo. Tu hombre no es un muñeco de azucar que se diluye cuando mete las manos en el agua fregando platos. No le pasa nada a tu mujer si va sola al abogado.

Por otro lado, cuando una pareja incompatible permanece unida "por los niños" les hace un gran daño. Ellos viven procesos de separación agónicos, tormentosos, y no una vez, sino día tras día. Si realmente quieres a tus hijos, enséñales con tu ejemplo a decidir y a hacer lo que realmente quieren. Enséñales ser felices. Es mucho mejor para los niños que tengan padres separados, pero felices con o sin pareja nueva, que vivir día tras día el calvario de una relación enferma donde los padres se gritan o se agreden físicamente.

Muchas personas se preguntan: "¿Por qué me tocan parejas dificiles?" Eso es una pregunta muy natural. Siempre tiene que ver con el rol de víctima. "Por qué a mí?"
Es porque nunca nada nos sucede sin que lo merezcamos, o bien por Karma, que arrastramos de otra vida, o porque toca en nuestro Plan de Estudios para esta nuestra vida. Internamente tenemos entonces una programación que nos conduce a elegir personas dificiles. Puede que nos autocastiguemos por alguna culpabilidad que tenemos dentro de nosotros, consciente o inconscientemente. Si es inconsciente, podemos encontrar la culpabilidad en otras vidas. Eso podemos resolver en una regresión tranquilamente. Pero si tú, en esta vida actual, has cometido algún error y tú te sientes culpable, siempre buscas autocastigo. Y ese autocastigo se rmanifiesta o bien en una enfermedad o sencillamente en una prohibición tuya propia de no ser feliz. Y eso también resolvemos en una regresión, reprogamándote.

Además, el peor motivo para buscar pareja es por estar solos. Si nos desesperamos elegiremos lo peor. Cuando tenemos demasiada hambre, comemos cualquier cosa, no elegimos. Si estamos hambrientos emocionalmente hacemos igual. En cuanto a pareja hay que seleccionar, sin apuro ni presión. Buscar pareja no es estar acompañado por las noches para no estar solo, lo que llamamos "buscar calorcito". Eso no es estar en pareja. Estar en pareja significa estar en unión de corazón a corazón los 24 horas al día, sin importar donde se encuentre el otro en cada momento.


SOLUCIONES

Lo primero es dejar de ver telenovelas. Son la peor fuente que hay para programar el subconsciente. Es drama puro lo que ponen en la mente, y por muy analítico que seamos, el subconsciente siempre queda afectado, quieras o no. Lo curioso es que sí las telenovelas siempre están relacionados con el amor, el amor de la parejita de la novela, pero el resto alrededor es pura intriga, conspiración, una jauría de lobos al acecho. Y estamos copiando en nuestra vida, lo que ocurre en esas novelas retorcidas. O sea, si quieren salir del hundimiento emocional, no miren telenovelas.

Revierte tu programación negativa infantil. Focaliza y elige modelos externos que fortalezcan tu idea de felicidad. Usa la técnica del anclaje al reconocer un modelo positivo de pareja en la calle, la TV o un libro. Piensa: "¿Es eso lo que quiero para mí?" Entonces proyecta, emana de tu mente justamente esa situación para tí.

También es importante habituarse a poner la atención en las virtudes del otro y no en sus defectos. Pues en lo que ponemos pensamiento y atención se reproduce. Si creo y pienso que mi pareja me es infiel, crearé subconscientemente las condiciones para que lo sea. Sencillamente tiene que cumplirse por la ley de atracción lo que me sale de la mente.

Después podría ser, hablar con parejas amigas que son felices y preguntarles cómo lo logran. Ellas tienen una información que tú ignoras. Busca conocerlas. Nuestro Ego nos incita a envidiar, porque maneja un concepto estrecho de escasez. Pero intentémoslo, copiemos y no envidiemos.


Un lema para todos: UNA RELACIÓN DE PAREJA ES SIEMPRE PARA ESTAR MEJOR.
Es mejor estar solo que mal acompañado.
Una buena relación es un pacto entre dos, donde ambos hacen lo que está a su alcance para hacerse mejor la vida. Si no, no hay relación, no hay disfrute, pues tener pareja no es para competir, cambiar al otro, o descargar las neurosis que padecemos.


Para atraer un gran amor, prepárate con tiempo y disponte a darle la bienvenida. Haz hueco en tu corazón. Permite sencillamente que entre una persona nueva. No cierres las cortinas de tu corazón. Puede pasar el principe azul, y sencillamente ni lo ves, ni él te ve a tí. Recuerda que una relación comienza mucho antes de encontrarse con esa persona, pues empieza contigo. Sobre todo sal siempre sonriente a la calle. Dice el dicho: Alguien se podría enamorar de tu sonrisa.

Recuerda también que la felicidad es como una mariposa. Cuando más corres tras ella, tanto más se aleja. Así que siéntate tranquilo y en paz, y tal vez se posa sobre tí. No fuerces las cosas, no te desesperes. Eso no lleva a ningún lado.

Decide, cuánto quieres pagar. No se trata de dinero. Pide una persona que traiga lecciones a tu vida. pero de un modo que puedas digerirlas facilmente, sin traumas, sin dolor. Pide un maestro cariñoso.

Invierte tiempo y esfuerzo en quitarte tu dolor emocional del pasado y no cargues a una pareja nueva con todo ese lastre. Fórmate una nueva conciencia. Lee libros, busca consejos de profesionales, busca ayuda de personas con experiencia, pero ante todo haz el trabajo interior contigo mismo. Reconciliate con tu pasado y con tu presente. Haz hueco en tu crazón. Echa toda la basura fuera, toda chatarra de tus experiencias infelices.

Toma modelos externos que alimenten lo que has elegido. Remueve de tu casa todos los objetos de relaciones anteriores, sobre todo si fueron malas. Regala, vende, quema, bota, sácalos de tu vida, de tu cabeza.

Y también en el ámbito espiritual. Renuncia una vez a sufrir. Decretalo, grítalo, escríbelo. Comprométete contigo mismo a respetarte y darte amor. Primera renuncia a lo que no quieres, luego elige y afirma lo que deseas para tí.
Ámate a tí mismo. No vivas la fantasía de creer que si llega alguien que te ame, todo se resolverá. Solamente si tú generas amor, atraerás amor. El gran secreto de oro para vivir una gran relación es amarse a sí mismo. No te destruyas por nadie, pues te desequilibrarás, siempre debes ser TU en primer plano.

También entrega el asunto a Dios, a tu Santo favorito, al Universo. Pídele que te ayude a encontrar el plan divino para tu vida, pues no estamos llamados a vivir desdichados, sino a vivir con Amor y desde el Amor, pues somos parte de un Creador que es puro AMOR.

Olvida y perdona. Lo que te tocó vivir tenía un sentido, aunque por el momento no lo comprendas.

Quiero que entiendas una cosa. Deja los amores desgraciados e infelices en el pasado y libérate de ellos. Rompe la atadura. Si tú no lo logras por tu propio esfuerzo, invoca al Arcángel Miguel con su espada, y pidele que te corte ese cordón energético que te ata.

Y para que hoy sea el primer día del resto de tu vida, - no esperes hasta el fin de año, - te ofrezco unos decretos para que los reces todas las noches antes de dormir, para que tu mente trabaje sobre ello durante el sueño. Es el Tratamiento de Amor de Louise Hay.







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